Según informa el Telegraph de Gran Bretaña, varios estudios han demostrado que seguir una alimentación saludable estrictaaltera duramente nuestro estado de ánimo. Por ejemplo, una persona que elige una manzana en lugar de una barra de chocolate prefiere ver una película de violencia y venganza antes que una más tranquila.
Imagen psicologia-terapias.blogspot.com
Los encargados de estas investigaciones, David Gal de la Northwestern University de Chicago y Wendy Liu de la Universidad de California, aseguran que están intentando determinar la relación entre el autocontrol que una persona ejerce para cuidar su alimentación y todo tipo de conductas violentas. “Los resultados demuestran que ese autocontrol hace que la gente se comporte de manera agresiva con los demás, tendiendo fácilmente a la irritabilidad e ira sin sentido”, dijeron.
El éxito de perder peso o más bien grasa se puede resumir en una palabra… cambio.
El cambio no es fácil y nunca lo será. Somos un animal de costumbres y nos sentimos cómodos con la rutina. Cualquier cosa que nos saque de ella la rechazamos, así nos implique un beneficio.
Cambiar de casa, de trabajo, de zapatos (¿a quien no le duele botar los zapatos viejos?), es difícil pero lo hacemos porque sabemos que a la larga vamos a estar mejor (palabra clave).
Tenemos que cambiar la forma en que comemos y vemos a la comida, pero sin aguantar hambre. Comer sano no implica comer desabrido o tener que dejar de comernos el postre o el frito, como muchos creen, si fuera así no existirían personas sanas.
Para que den inicio a una nueva vida saludable quiero que durante la semana que viene hagan estas dos cosas.También es importante hacer ejercicio, pero este tema lo dejamos para otro día.
Reemplacen la gaseosa por agua. Tomarse una lata de Coca Cola al día (355ml) implica 5 kg de grasa a final de año.
Coman fruta a penas se levanten y cambien la harina de la noche por una ensalada (sin echarle mayonesa).
Aderécenla con vinagre, limón o aceite de oliva. Eviten comer harinas después de las 6 de la tarde. Hagan estos cambios durante una semana.
Si sobreviven háganlo la que sigue. Con el tiempo se les va a volver una rutina que a largo plazo se darán cuenta que perderán peso. Cómo efecto secundario, se darán cuenta que producen menos basura, y se dará cuenta la repercusión que tiene la comida sobre su salud.
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